
Algunos de los mejores y más finos tés verdes del mundo vienen de la provincia de Fujian, en China. En esas tierras montañosas y fértiles el té se ha cultivado y bebido por más de 5.000 años. Este té verde ha sido cultivado y procesado en Fujian, mediante procesos muy cuidados. El resultado es una bebida con astringencia media-baja, cuerpo ligero, carácter levemente herbáceo y un ligero dulzor.